miércoles, 8 de julio de 2009

Dicen que...

por Alejandro Droznes para El interpretador

(...)

La mera existencia de Fantasmas nos dice algo sobre la manera en la que el libro pide ser leído: se trata del quinto libro que Link publica en los últimos cuatro años, y es el tercero que podría ubicarse en una zona ensayística. Son 447 páginas que se suman a las 375 de Clases (Norma, 2005) y a las 276 de Leyenda (Entropía, 2006). Semejante producción sería difícil de explicar si no fuera por el hecho de que estos libros reúnen artículos publicados en libros y revistas, ponencias en congresos y bosquejos de palabras pronunciadas en algún aula de la Facultad de Filosofía y Letras. Estos textos, sumados a los de Montserrat (Mansalva, 2006), La mafia rusa (Emecé, 2008) y Linkillo (su blog), dan cuenta de una actividad en la que la intimidad aparece como problema: “Como quien dijera que lo que en este momento nos atraviesa es la necesidad de inscribir el propio cuerpo en relación con todo lo que existe”.

***

Todo lo que existe, o casi. Fantasmas es, más que un libro de teoría o crítica, un libro de Daniel Link. De lo que Daniel Link tiene en el disco rígido, de lo que piensa mientras siente el frío del invierno en un centro cultural, de sus zappings, de los llamados que recibe e interrumpen la escritura del libro, etcétera. Es un libro de teoría y crítica entramado en una vida concreta, o de una vida concreta entramada en la teoría y la crítica. Es un libro que tiene muchas aristas (el star-system de Hollywood, el mencionado disco rígido, Susan Sontag, El principito, los sustantivos “ascesis” y “autoctonía”, Nabokov, la familia Mann, Lorca, América, Arturo Carrera, Clarice Lispector, Pedro Páramo, Rayuela, Copi) y oscila entre una erudición que incomoda (“Recuérdese que la morfología ictícola de la sirena es posterior al siglo IV”, el subrayado es mío), la observación sagaz, las articulaciones ininteligibles y la experiencia cotidiana. Cuando Link sale a la calle para internarse en casi cualquier cosa, el resultado es interesante; cuando, en cambio, se queda leyendo y escribiendo, una intensa sofisticación (en la que resuenan lecturas muy definidas, como las de Deleuze, Foucault y Agamben), así como una búsqueda de originalidad (por ejemplo cuando define a la «Carta abierta a la Junta Militar» de Walsh como un “texto decisivo de la modernidad occidental”), hacen tambalear la felicidad del lector.
Entre los mejores pasajes del libro se encuentran «Eurindia» (que narra deliciosamente la experiencia de una visita nocturna al Centro Cultural del Sur), «1519» (donde el Link viajero reflexiona, a partir del viaje en el tiempo que un espectáculo para turistas le propicia en el D.F. mexicano, sobre los horrores del arte autónomo) y «Desastre». En este capítulo Link analiza el cierre de Punto de Vista, la revista que Beatriz Sarlo dirigió durante treinta años, y su análisis no es sólo lúcido sino también, y ante todo, valiente: no son muchos los intelectuales argentinos que digan realmente lo que piensan sobre la casa del vecino (y Link lo ha hecho ya en varias oportunidades: su intervención en la época de la fallida asunción de Rodríguez Felder como ministro de cultura porteño, cuando escribió “la corporación cultural y artística de Buenos Aires, con argumentos erráticos, mezquinos y de una sospechosa unanimidad (...)”, sólo encuentra parangón en las declaraciones de María Elena Walsh en la época de la Carpa Blanca).

La reseña completa (¡gracias, Alejandro!) puede leerse acá.


6 comentarios:

girlontape dijo...

me gustó eso de "un libro de teoría y crítica entramado en una vida concreta, o de una vida concreta entramada en la teoría y la crítica."

girlontape dijo...

ahí estas en mi post linklink chéri
http://www.girlontape.com/2009/07/la-piedra-y-el-camino.html

Carozo de Palta dijo...

me gustó mucho tu libro monserrat.
estoy ahorrando unos mangos para ver si me compró algún otro.
pero no ensayístico.
cuál me recomendás?
abrazo grande

Mecha dijo...

La lectura de Fantasmas se convirtió, en mi caso, en una clase de aerobic: corro a cada rato hasta la biblioteca porque no aguanto el deseo de recordar. "¿cómo era ese texto de Deleuze? ¿qué dice Barthes, o Foucault?" etc., etc...
¡Cuántas citas, Link, qué bueno! No paro, no paro de disfrutarlo. Gracias por tu acción de escribir (y por la de leer).

el top tres borgeano dijo...

buena la reseña de droznes. Congratulaciones

Cesar dijo...

Me encantó fantasmas, Daniel, como todos tus ensayos.
Tu admirador romano