En Episodios cosmopolitas en la cultura argentina (Buenos Aires, Santiago Arcos, 2009, 336 págs., ISBN 978.987.1240.40.1) Gonzalo Aguilar ha reunido 12 contribuciones agrupadas en tres apartados ("Imágenes", "Tránsitos" y "Formas") y una "Introducción" para indagar, como señala la contratapa, "el proceso de modernización de nuestra cultura durante el siglo XX".
Profusamente ilustrado, Episodios cosmopolitas propone al lector un amable paseo a través de un laberinto cuyas señales son los nombres que más característicamente asociamos con el, valga la tensión, "cosmopolitismo criollo" (Victoria Ocampo, Torre Nilsson, Oliverio Girondo, Bustos Domecq, Rodolfo Walsh...) y sus amigos (Caillois, T. E. Lawrence, Duchamp...). Suministro una lista incompleta de una lista deliberadamente inconclusa ("En tanto episodios, este libro examina intervenciones e irrupciones históricas diversas sin preocuparse por ofrecer un conjunto orgánico del cosmopolitismo ni, mucho menos, un recorrido exhaustivo y panorámico", pág. 32).
Lo que importa es el señalamiento de los momentos en los cuales la cultura no se decide (o se decide de tal modo que resulta un salto en una dirección imprevisible) en la tensión cosmopolitismo/ nacionalismo sino en relación con la inscripción de lo universal en lo particular (o, por el contrario de lo particular en lo universal), es decir en la producción de singularidades críticas (Rubén Darío, Jorge Borges, Victoria Ocampo lo son).
"No se trata", aclara Aguilar en la meditada "Introducción", "y espero dejarlo claro a lo largo del libro, de una apelación a la autonomía del arte sino a una mediación de la forma, que si se beneficia transitoriamente de una apelación a la autonomía que nunca se vuelve efectiva, lo que hace en realidad es cuestionar las funciones asignandas y compartimentadas y dilatar los ámbitos de la imaginación y la percepción y de lo que es considerado político" (pág. 32).
No es de extrañar, entonces, que en esa persecución de la "mediación de las formas" propio de "lo informe del arte y de la historia" (Antelo), es decir, propio también de las Imágenes y los Tránsitos, Aguilar se incline antes en favor de la forma abierta (Invasión, por ejemplo) y no la forma cerrada (La hora de los hornos, por ejemplo), por la marginalia (Bustos Domecq, el Diario de Walsh, por ejemplo) y los cachivaches.
Episodios cosmopolitas es uno de esos raros libros de los que, una vez que los hemos leído, adquirimos la certeza de haber estado esperándolos sin saberlo.
Las tres gracias
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Hace 1 día.
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