miércoles, 5 de agosto de 2020

Lo que la cuarentena se llevó

Yo había adelgazado, lo juro, para poder sacar del archivo de Siglo XX mis mejores trapos, los más pedidos por los memoriosos. Había alcanzado mi peso juvenil. 
Después me entregué a la cocina casera y al sedentarismo. 
De modo que finalmente (y bajo amenaza doméstica), tuve que donar el contenido de ese arcón de los recuerdos a la Casa del Teatro. 
De allí lo rescató la One. Lo que había nacido en una feria americana, murió en otra. El top con flecos blancos, eso sí, me lo guardé.



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