lunes, 3 de noviembre de 2003

Mañana

comienza la tercera semana de residencia en Naboo. Es verdad que se vuelve cuesta arriba. Hasta ahora todo anduvo de maravillas. Me doy plazo hasta el viernes para terminar definitivamente (para abandonar)La ansiedad. Hoy, en Lecco, tras las pistas de Alessandro Manzoni, un héroe del romanticismo, y un prócer de provincias. De Buenos Aires, llegan buenas y malas noticias. Las malas, mejor olvidarlas. Las buenas: el premio Herralde para la novela de Alan. En Naboo, el grupo se transforma: algunos se van, otros llegan. ¿Valdrá la pena el cambio? Uno empieza a extrañar a los personajes que ya no están: el Hombre-de-la-Crisis-de-Nervios y Bárbara, su esposa.
Veremos qué nos depara la noche...

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