"Hoy encontré dos, una en la farmacia y otra en la calle. Cada una estaba acompañada por su correspondiente mujer indígena, una combinación bastante frecuente en este barrio: casi toda vieja multioperada posee una joven nativa que la acompaña a pagar las cuentas, a cobrar la jubilación y a visitar a los dos o tres médicos que frecuenta cada semana".
Sigue acá, naturalmente.
Aleluyas matritenses: pasado, humor y grotesco
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Hace un tiempo largo, me encontré en una casa ajena con este libraco
titulado *Aleluyas matritenses*, publicado en 1994 por el Museo Municipal
de Madrid....
Hace 4 horas.

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