sábado, 17 de noviembre de 2012

Expresión y contenido

Por Daniel Link para Perfil

“Cinco por uno, no va a quedar ninguno”, “Paredón, paredón, a todos los milicos que vendieron la Nación”. Dejemos el consignismo de lado, porque su eficacia se mide no en el orden de los conceptos sino en el orden de los afectos. Durante la última multitudinaria marcha opositora se escucharon mil consignas odiosas y otras que no lo fueron tanto. Pero eso sucede siempre que hay masa (es decir, siempre que uno se incorpora a una multiplicidad de masa).
Los analistas del acontecimiento político más importante de noviembre se inclinaron ya por un análisis de la expresión (habiendo decidido que no había “contenido” en los reclamos de los manifestantes, lo que importaba era analizar quién se expresaba, y cómo) o bien, por un análisis del contenido (qué reclamaba la multitud, que no es “abstracta” sino inasignable a una clase, a un territorio o a una ideología).
El periodismo, no importa qué simpatía política abrace, está obligado a decir lo que el poder no puede decir sobre sí mismo o sobre la sociedad civil. Algunas de las dádivas que irritaban a algunos de los manifestantes del 8 de noviembre pueden encuadrarse dentro de lo que se llama clientelismo, pero otras, lamentablemente, son necesarias en relación con personas que (por una multitud de factores) ya no podrán integrarse nunca en ningún mercado laboral (entiéndase: en ninguno, nunca). El poder no puede referirse objetivamente a esos sectores, el periodismo debe hacerlo. Lo mismo puede decirse de la negativa gubernamental a encarar una reforma impositiva que saque de los hombros de los sectores medios y bajos la inverosímil presión de sostener al Estado (Anses, Impuesto a las Ganancias, IVA, cheque, etc.).
Es decir, para poder decidir que la multitud no reclamaba nada concreto había que ensordecerse previamente al significado de la palabra “corrupción”.
Como seguramente no hay un solo kirchnerista que pueda dormir tranquilo sabiendo que en la línea de sucesión presidencial se encuentra el Sr. Boudou, convendría que ese reclamo (que, en algún sentido, lo teñía todo con sus tonos opacos) fuera atendido más temprano que tarde.

1 comentario:

Anónimo dijo...


"La filosofía lleva a lo absoluto la desterritorialización relativa del capital, (...), lo vuelve contra sí, para apelar a una tierra nueva, a un pueblo nuevo"

¡Y cuánto de esa multitud de factores no altera la producción de la otra!

Cñte, Esloto New Fund.