domingo, 23 de agosto de 2015

La furia de un erudito

por Edgardo Cozarinsky para Perfil Cultura

Quienes se interesan por las variadas estrategias con que la literatura digiere y transmuta la experiencia, tienen servidos numerosos ejemplos del siglo pasado. No a muchos, creo, se le ocurriría rastrear ese proceso en la obra de Alfonso Reyes (1889-1959). Una de las muchas felicidades que regala Suturas, el volumen de 668 páginas en que Daniel Link ha ordenado sus filosas intervenciones culturales de años recientes, es la de un imprevisto reencuentro con Alfonso Reyes.
Contra quienes por pereza persisten en leer al “mexicano universal” como un humanista prisionero del comentario de la antigüedad clásica o del renacimiento hispano, Link lo vincula con Aby Warburg, con Walter Benjamin, ¡oh sorpresa! con Ricardo Rojas. Se dirá que el inmenso escritor mexicano (evito la horrible palabra “polígrafo”, llamada por la variedad y vastedad de los territorios en que incursionó) no está olvidado, pero en el medio siglo que siguió a su muerte, fuera de México los oficiantes de su culto habían constituido una cofradía más bien confidencial.


(...)

1 comentario:

Silvia dijo...

Evidentemente, leer SUTURAS va a exigirnos una gran tarea como lectores. Celebro que el profesor Link haga pie en los clásicos para tejer una red de saberes e interpretaciones. Nos obligará a investigar.