Tocamos timbre inútilmente. No estaba. Ahora avisa que se mudó. ¿Qué perversa tendencia de nuestra conciencia desdichada (después de todo, somos héroes) nos lleva a buscar por todas partes sus dislates coloreados imposibles de leer en bloglines? ¡Menos mal que no es mi culpa! (aunque ya me estaba dando algo de goce). Igual, me gustaría conocer el contenido de ese ejercicio de literaturas comparadas.
El pino de Navidad, por Valentín Fernando
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La narrativa de Valentín Fernando sigue siendo un camino por redescubrir en
la literatura argentina. En los últimos años, la editorial Astier Libros ha
r...
Hace 1 semana.
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