lunes, 25 de abril de 2005

Diario de un televidente

Le pasa a cualquiera y después no hay manera de sacarse el gusto amargo de la boca. Genovese cuenta un poco acá; yo llegué más tarde, ya estaban en la pregunta por la relación entre las leyes que Blumberg (el entrevistado) reclamó y obtuvo y la reciente matanza de Coronda: ¿no es una cosa la consecuencia de la otra? El lloroso ingeniero dijo que no. La culpa es de las drogas. Los presos deberían estar trabajando (por ejemplo, copiando textos en sistema braille, dijo). ¡La utopía capitalista! Encerrar gente y ponerla a trabajar.

1 comentario:

Diego dijo...

El capitalismo necesita que la gente consuma, por ende que circule por afuera de las relaciones de producción de vez en cuando, así, en ese city tour por la urbe, les dan ganas de desear objetos que se venden en los negocios.

A Blumberg le mataron un hijo. Se podría tratar de entender su situación, su luto mal llevado, y ser menos jodido desde el campo cultural. ¿O alguien piensa que acá se puede revolucionar algo teniendo a esas 200.000 personas que fueron con su vela al Congreso en contra?

Siga así, no se desanime. Todos tenemos nuestro huevo kinder en el ropero. Más allá de las divergencias periódicas resulta muy estimulante leer su blog.