El hombre le manoseó los glúteos al grito de "¡ahora vas a ser una buena nena y te vas a portar bien!". La joven, indignada, lo denunció a los gritos, lo que alertó a un policía, que lo detuvo.
Sigue acá.
Iris, de Eugenio Montale
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Eugenio Montale
Iris
Cuando de pronto San Martín declina
sus brazas y las atiza en el fondo del sombrío
horno del Ontario,
chasquidos de piñas...
Hace 6 días.
5 comentarios:
Liberen a Cucurto!
convengamos que es un fallo bueno. pero ahora en adelante hay que tener cuidado con eso. por que puede haber muchos malentendidos. y como siempre pobres flacos en cana.
Siempre me fascinó esa curiosidad lingüística de que los reos deban "purgar" las condenas.
qué tristeza...
Edgardo
Qué pasa que no me acepta el comentario tu blog.
Escribí: pobre boliviano, seguro que la mina era una psicoanalizada de Barrio Norte.
Edgardo
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