jueves, 2 de diciembre de 2010

¿Quién te viste?

Hacía mil años que no veíamos un reality show, bah: esas competiciones sobre rubros específicos que se desarrollan ante las cámaras durante unos meses. Pero las ficciones que seguimos últimamente son tan soporíferas (cuando no desagradables) que optamos por volver al rubro, a ver qué pasa.
Las de cocina siempre nos resultaron poco interesantes porque el resultado final depende, tratándose de comida, del olor y del gusto, que son sentidos imposibles de transmitir a la audiencia. Las de baile me aburren mortalmente y las competencias de modelos carecen de todo otro interés que comprobar la degradación del género humano. ¿En qué invertir nuestros 6 megas?
La casualidad puso ante nuestros ojos la versión latinoamericana de Project Runway, cuyas dudosas imitaciones nos recordaron la versión original conducida por la incomparable y casi siempre embarazada Heidi Klum, que supimos seguir allá lejos y hace tiempo, cuando existía People & Arts. ¿Por qué dejaron de dar ese show? Ciertamente, las decisiones del jurado podían ser discutibles pero, en todo caso, siempre recaían sobre las mismas cosas observables para cualquier espectador.
Bajamos las temporadas 6, 7 y 8 que, vistas de corrido, sin las transiciones entre un capítulo y otro y sin publicidades, llevan la duración de cada episodio a poco menos de cuarenta minutos (que, de todos modos, siguen siendo tal vez demasiados). La temporada 6 se trasladó a Los Ángeles, la revista marie claire reemplazó a Elle, y todo siguió más o menos igual, de la mano de Heidi (flaca), jurados invitados de mucho renombre y el imprescindible Tim Gunn. En la temporada 7, Heidi volvió con la cocina llena de humo negro a Nueva York, donde aparentemente se siente más cómoda.
El show es bastante módico en la exhibición de todo lo que no sea trabajo, trabajo, trabajo. Pero a esta altura del partido, alguno de los ganadores previos ya debería haber triunfado en el universo del fashion, cosa que aparentemente no ha sucedido, lo que, en última instancia, le quita credibilidad a la premisa principal de Project Runway. La octava temporada (con un inverosímil corte de pelo que nada favorece a Heidi), a diferencia de las anteriores, abunda en chismeríos, complots, participantes en pugna... Ya me quejé y pedí que vuelva al cable. Auf Wiedersehen...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te dás cuenta que Seal es un tipo piola. Nunca nadie lo critica y hasta esta instaurada la creencia de que es talentoso. Saca un disco cada tanto, se pasea por alfombras rojas y hasta vino a cantar a Pinamar.

Alejandro Grabbier no existis...

Simpática y puntual dijo...

yo te recomiendo que consigas, si es que no las viste ya, Extras (del creador de The office) y Little Britain.