sábado, 23 de abril de 2005

Papeles viejos


Mi papá, Roberto Link, fue siempre una buena persona (así lo recuerdo yo, al menos, sin que eso haya significado demasiado en nuestra relación). Fue a una escuela de la comunidad argentino-germana y yo seguí, años después, sus pasos. La época era otra pero lo sometían a las mismas aberraciones: la "Fiesta de la Juventud" (naturalmente, de inspiración hitleriana), entre ellas. El imperio germánico como actualización de los ideales clásicos (mens sana in corpore sano, etc.), la facticidad del cuerpo como dato ineludible del ser (¿como cárcel?), la juventud como futuro de la raza. El diploma de 1940, idéntico a éste, acredita 50 puntos. El de 1941, ya sin el logotipo ominoso del Reich, 60 puntos. Como no conozco la escala, no significa demasiado salvo que mi papá progresó en su desempeño entre los 10 y los 12 años. Y que su madre lo adoraba al punto de guardar las irrisorias marcas deportivas de su hijo varón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Uhhhhh...yo también participé del fest der jugend.