jueves, 6 de mayo de 2010

La avara

El joven PhD, recientemente incorporado a la plantilla permanente del CONICET, sale a pasear por el barrio de Belgrano. Sus pasos lo llevan, como de costumbre, a una librería de usados "que me encanta" (el subrayado es de él), donde suele conseguir ofertas verdaderamente interesantes (libros de doscientos pesos, a cincuenta).
Entre las adquisiciones recientes se encuentra con un libro que lleva su nombre en la tapa. Sí, es su último libro... Y es, además, el ejemplar que le había hecho llegar a cierta revista, dirigida por cierta dama de sociedad, de abundante fortuna, con la esperanza de que fuera reseñado. 
Él, que se lo había dedicado "a la tacaña, la adoradora del becerro de oro, la pudiente hija de...", piensa ahora que no fue capaz de regalarlo o siquiera donarlo a una biblioteca pública.  "Fue, y lo vendió".  

6 comentarios:

Anónimo dijo...

mirá daniel,tu blog es muy divrtido,interesante y original.Aunque te confieso que muchas veces leo lo que escribís y no entiendo nada,y me pregunto a mí misma que es lo que me cautiva tanto ,si no entiendo.
Me faltaría conocer como es tu voz.

Rinaldi dijo...

Yo hubiera hecho lo mismo. Hubiera vendido ese libro.
Quizá la persona regalada lo haya entregado a un cartonero y éste lo haya vendido a la librería de usados "que me encanta". He visto ese tipo de cosas.

fleur dijo...

yo también muero por vos daniel!!
y reclamo un link a tu voz en alguna parte.

Jonessy James dijo...

(se viene la horda de fanaticos, yo soy uno máa, agarrate catalina)

es un gesto muy de dama de sociedad, con apellido patricio, del tipo que le hubiera dado al quique de sabato largos minútos de monólogo.
pero, pobre tipo. que vmaos a andar diciendo cosas complicadas.

saludos

jonessy

Anita Leporina dijo...

Una por sí o por no:

¿La señora en cuestión responde a las iniciales S.Z.?

Frenzo dijo...

Conicet tiene planta permanente, como cualquier otro potus estatal? Creía que había que revalidar la permanencia periódicamente...