lunes, 24 de enero de 2005

Sin trampa no tiene gracia

"Desde la revelación 'para algunos confirmación' de que el masajista de la selección argentina les habría dado agua con somníferos a los jugadores brasileños, en aquel partido del Mundial de Italia, en 1990, ese 'modus operandi' -según la jerga policial- le agregaría una mancha de las grandes a la forma argentina de jugar al fútbol.
Desde Nueva York, un comentarista brasileño de la ESPN Internacional, Marco Antonio Rodrígues, le escribió una carta al diario carioca O Globo en la que recordó la "compra" de la selección peruana en el Mundial de 1978 y el gol con la mano de Diego Maradona. "¿Algún día los argentinos lograrán ganar una copa sin sobornar o dopar a los rivales? Y, si es posible, sin hacer goles con la mano..." (La Nación).

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