domingo, 28 de noviembre de 2010

Dicen que...

Reflejos de un ojo enamorado

por Daniel Molina para Perfil Cultura

“Formas de vida” es el título de la nueva muestra de retratos fotográficos del argentino Sebastián Freire (1973) que se presenta en el Centro Cultural Ricardo Rojas. Todos los personajes fotografiados son conocidos del mundo cultural argentino. A pesar del amplio abanico de profesiones, estilos y edades, el artista consiguió que cada una de las personas muestre, casi descarnadamente, su propio mundo, haciendo que veamos más allá de lo evidente.
Desde que existe documentación histórica se habla de relaciones sexuales entre varones, pero la idea de que esas prácticas producen una identidad determinada (“homosexual”) recién surge en 1869. A partir de entonces, el homosexual va a ser el objeto mudo del escarnio y la violencia social. Antes incluso de saber qué es ser homosexual, el niño injuriado descubre que su grupo social lo rechaza. Como dice Didier Eribon: “El insulto me hace saber que soy una persona distinta de las demás, que no soy normal” (Reflexiones sobre la cuestión gay). En ese contexto, dar la cara –ofrecerse a la mirada del otro– nunca fue sencillo. Ni siquiera ahora, que el contexto cultural argentino (con ley de matrimonio igualitario) permite una vida más relajada que la que era habitual para un homosexual hasta hace apenas unos años. Signo de esa exposición pública son las fotos que Sebastián Freire presenta en la muestra titulada Formas de vida.
En esta muestra, Freire presenta retratos de heterosexuales (los menos), de gays, lesbianas, travestis, trans e intersex. Son fotografías que fueron publicadas en distintas producciones del suplemento Soy, del diario Página/12. Influenciado por las corrientes queer de hace veinte años, este suplemento (que, desde afuera, muchos denominan “gay”) no se autodefine como homosexual sino que trata de poner en cuestión –de manera contradictoria y poco clara, a veces– la idea de identidad sexual. Esa pluralidad editorial se refleja en la diversidad de rostros que ven en esta muestra.
Como estas imágenes acompañaron reportajes y notas, todos los retratados son personajes conocidos en el mundo cultural. Hay escritores: Leopoldo Brizuela, Daniel Link, Raúl Escari, Sylvia Molloy, Juan José Sebreli, Fernando Noy. Gente de la TV, el teatro o el cine, como Albertina Carri, Pepito Cibrián Campoy, Klaudia con K, Oggi Junco, José María Muscari, Lía Crucet, Alejandro Tantanián, Cristián Trincado, Mosquito Sancineto. Militantes y teóricos Glttbi, como Lohana Berkins, Judith Buttler, Ilse Fukova o Marlene Wayar. También gente del mundo de la moda o de la pornografía: Bruno Bordas, Martín Churba, Pablo Ramírez y varios otros, hasta completar una lista de cuarenta.
Se pueden tomar mil fotografías y no conseguir una sola que muestre algo que valga la pena mirar. No hay un mundo “objetivo” allí afuera: es la mirada del fotógrafo la que construye lo que se observa en la foto. Freire ha logrado expresar eso de manera contundente: sus imágenes dan cuenta, de un solo golpe de ojo, de la singularidad de cada modelo. A pesar del amplio abanico de profesiones, estilos y edades, el artista consiguió que cada una de las personas retratadas muestre, casi descarnadamente, su mundo propio.
Silvia Molloy nació para abrazar a ese gato. Leopoldo Brizuela vive debajo de ese paraguas. Fernando Noy surge, cual Venus cimarrona, de un cortinado. Raúl Escari es así: ese cruce de piernas, ese gesto, esa luz, esa mano. Bruno Bordas parece rezar un rosario antes de una fellatio. Naty Menstrual y Maiamar toman el té todas las tardes en Las Violetas. Hay una empatía en la imagen que hace de cada personaje el protagonista perfecto de la historia que nos cuenta.
En estas fotos, Sebastián Freire no muestra un estilo. Carecer de estilo es un lujo que pocos (y en pocas ocasiones) se pueden permitir. Es uno de los límites del arte. En esta muestra (la más madura de todas las que ha realizado), Freire se permitió ese desborde. Es ese exceso el que le permite mirar a cada retratado hasta más allá de lo visible y develar lo que de otra manera no podríamos ver. Bajo esa mirada enamorada, cada uno de los retratados se ve único y especial, como si el mundo se hubiera hecho para que cada uno de ellos fuera feliz.

Formas de vida
Centro Cultural Rector Ricardo Rojas, Corrientes 2038.
De lunes a sábados, de 9 a 20 hs.
Hasta el 30 de noviembre.
Entrada gratuita.

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