sábado, 23 de marzo de 2013

Así, no

Adivinanzas y mistificaciones
por Daniel Link para Perfil

Con honestidad y esmero, me quemo las pestañas leyendo diarios, borras de café, interrogando naipes a pedido de mis clientes. No es justo que pretendan torcer mis infalibles videncias con alianzas ex post facto que desbaratan la credibilidad que se me debe (¡que exijo!).
El 26 de enero pasado predije, en relación con la Santísima Trinidad (según la “interpretación figural” que aprendí de Eric Auerbach), “un acontecimiento inquietante y de consecuencias inconmensurables” que sacará “al partido gobernante de la atonía en que se encuentra”. El pronóstico venía acompañado de una cláusula restrictiva: “La causa de Malvinas es una apuesta, pero nada hace previsible la inmortalización de la Sra. Fernández como la restauradora de esa herida patriótica”.
El tiempo me dio la razón: nada más inconmensurable, en estos días (incluso para la Divina Providencia y la Horrenda Sociedad Trina) que la inauguración a todo trapo de la Era de Acuario Vaticana con un “Papa Peronista”.
El peronismo entró en ebullición de inmediato y más allá de las banalidades pronunciadas por la Srta. Agustina Kämpfer (quien de “luchadora”, dicho sea de paso, no tiene ni la sombra; y de agustiniana, ni el rastro de una idea), todos se dieron cuenta de la importancia del acontecimiento respecto de los destinos patrios (el único sentido del curso de los planetas y las colisiones cósmicas es su influencia en el ánimo argentino).
Ahora bien, la alianza de la Sra. Fernández y el Sr. Francisco en relación con la causa de Malvinas, más allá de su nobleza patriótica, fue urdida en primer término para desacreditarme y ridiculizarme ante la opinión pública (y mi nutrida clientela). No lo conseguirán.
Si efectivamente el Sr. Francisco consigue que se entable el diálogo a propósito de los títulos de propiedad de las Hermanitas Perdidas, exijo que se reconozca que habré fallado (¡a medias, y no más que Carta Abierta!) en la cláusula restrictiva, pero no en la predicción general que la contenía: Santísima Trinidad mediante, Copi mediante (quien en La internacional argentinasostuvo el dogma de que sin nosotros el mundo no tiene Gracia), yo acerté y salimos de la grisura morenista. ¡Síganme, no los voy a defraudar!


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi pensamiento me remitió a la columna citada respecto de el propósito de la K por las islas M cuando se eligió al P.

Lo desafío a que aventure la suerte del dolar a fin de año.


Anónimo dijo...

Estela Superiora, al proponer reventar el chou del Mártir Superstar no podía vaticinar que encima, en el atrio, se exhibiría un Ferrari 2010 en que un gorila mecánico guitarrea en espasmos alcalinos con un mega Bergo de fondo.

¡Imploro perdón!