Es cierto que yo nunca (o casi nunca) tomé Rivotril. En cambio, no me abstuve de Diocam (si La ansiedad es mi ecología, el petit-mal me acechó desde pequeño y hasta hubo un médico que se atrevió a diagnosticar que yo jamás, jamás caminaría). Son dos designaciones diferentes para la misma droga, pero la segunda evoca, en mi ensueño filo-filosófico, a la navaja de Ockham.
(anterior)
Wilcock, el precursor (Ricardo Strafacce)
-
Este artículo publicado por Ricardo Strafacce en la revista Mancilla fue
una de las razones por las que me asomé a la obra de J. R. Wilcock. Creo
incluso...
Hace 7 horas.
2 comentarios:
No te enchivés, te quiero mucho. Yo no cambio lo que pienso. Ya sabés. Un abrazo.
Se cura con caramelos de anis media hora
Publicar un comentario