viernes, 15 de junio de 2007

Entia non sunt multiplicanda praeter necessitatem

Es cierto que yo nunca (o casi nunca) tomé Rivotril. En cambio, no me abstuve de Diocam (si La ansiedad es mi ecología, el petit-mal me acechó desde pequeño y hasta hubo un médico que se atrevió a diagnosticar que yo jamás, jamás caminaría). Son dos designaciones diferentes para la misma droga, pero la segunda evoca, en mi ensueño filo-filosófico, a la navaja de Ockham.

(anterior)

2 comentarios:

Juan Manuel Mascali dijo...

No te enchivés, te quiero mucho. Yo no cambio lo que pienso. Ya sabés. Un abrazo.

Amalia Pedemonte dijo...

Se cura con caramelos de anis media hora