lunes, 7 de marzo de 2005

Papeles viejos


Por el corte de pelo (que no es tal, sino pura dejadez) intuyo que esta foto es del mismo viaje al Santuario de la Difunta Correa. Nunca había notado hasta qué punto la parte inferior de mi cara se parece a la de mi hijo, sobre todo porque yo casi nunca usé barba y él, casi siempre. Con mi hija, el parecido es mucho más evidente.

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