Si bien la mayoría de las razas de gatos son posteriores a la revolución pop (y por lo tanto, podrían ser desacreditadas como tales por cualquier purista de la AFA), S. y yo hemos decidido atenernos a las indicaciones de las organizaciones internacionales de criadores de gatos, hegemonizadas todas ellas por señoras norteamericanas un poco aburridas de la vida, en lo que la tipificación racial de nuestras gatas se refiere. Tita Merello es una auténtica gata de Bombay: una pequeña pantera doméstica cuyas habilidades cazadoras ya fueron suficientemente probadas. Su mascota, Cartulina Freire, si bien fue incorporada a esta casa como rusa azul, pronto se reveló más bien como una burmesa azul, no sólo por la (extraordinaria) longitud de su cola y la calidad de su pelaje (incluida la característica pechera) sino sobre todo por su comportamiento, delirantemente perruno, para fastidio de su dueña primaria, que no le tiene toda la paciencia que hubiera sido deseable. Como el burmés es una de las especies de las que derivan los Bombay (las combinaciones genéticas son excesivamente complejas), no es raro que compitan en áreas muy precisas. Como sucede siempre con los animales domésticos, una vez abandonada la infancia todo se complica.
Las tres gracias
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Mientras preparo un taller sobre el paso (siguiendo algunos motivos) de los
cuentos tradicionales, desde las lejanas cortes europeas a los libros que
hay...
Hace 2 semanas.
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