domingo, 2 de enero de 2005

Otro poema viejo

Masa (encefálica) vienesa

Este poema integra el ciclo Psicopatologías, en el que actualmente trabajo.
Fue escrito con las mismas palabras que la nota ?Los niños primero?,
publicada en el suplemento Radar de Página/12 el domingo 5 de mayo de 2002.


Soy hijo de alcohólico,
Soy ciego del ojo izquierdo,
Soy loco.

¿Cuánto se puede soportar?
La historia se repite dos veces,
Una como tragedia
(30.000 desaparecidos),
Otra como farsa (los años noventa).

Soy el primo hermano de un desaparecido.

Los cuervos de Egon Schiele
Forman tirabuzones en los árboles de Baumgartner Höhe
(Thomas Bernard y P. D. James los vieron),
un invierno:
Una selva de pájaros negros en las ramas peladas.
Steinhof, eutanasia vienesa.

Soy el ayudante de laboratorio que etiqueta los frascos con masa encefálica.
Soy un joven político socialdemócrata que compra sus trajes en Hugo Boss.

Saber y poder:
¿Cuánto tiempo podrá resistir este niño de diez años
Descalzo sobre la nieve?
¿Cuántos kilos puede adelgazar una niña de doce años
Antes de caer en coma?
El Estado no debe alimentar vidas inútiles.
Luminal. Masa encefálica. Gedankraum.
Los gritos de setecientos niños
Y seis mil cuervos dando vueltas sobre Viena.

Soy un turista demente.
Estoy enfermo.
Soy la condecoración del Dr. Gross.
Soy cómplice del nazismo.
Soy un excedente de la fiesta menemista.
Soy el infectado.
Soy el esquizo.
Van a venir a buscarme.
En mis oídos sordos, graznan los cuervos.
Dicen: nunca más.

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