miércoles, 23 de febrero de 2005

El gran activista ataca de nuevo

Guillermo Piro escribe*:

"Actitud muy argentina: 'Lo grave es que cuanta más gente crea en semejante cobardía, cuantos más fanáticos ciegos sostengan la teoría de que los pobrecitos integrantes de Callejeros son inocentes de toda inocencia, difícilmente las cosas cambien'."

Y llama a eso, retomando los dichos de un escriba del Boletín Oficial, "Salvar el culo", lo que me parece cobarde, fanáticamente ciego, falsamente inocente y un parate fenomenal al cambio de las cosas.
Es ridículo salir a decir que los delincuentes son delincuentes. Lo que hay que decir es que gozaron de la protección (y la amistad) del Estado. Y si no, callarse. Es curioso (o no) que Página/12 repita los argumentos de Poliladron, aquel cuyo nombre no conviene pronunciar porque es capaz de mandar a sus matones a marcar nuestras puertas, aquel que fue obligado a renunciar por la asamblea de trabajadores de ese diario, que consideraron imposible seguir trabajando con un corrupto semejante.
A Piro hay que reprocharle la ambigüedad de su intervención.
Y a todos: que en estas cuestiones que involucran la muerte, la corrupción, la democracia (simbólica y política) traigan a cuento esa categoría de la metafísica occidental, el culo**, en un co-texto (digo bien: co-texto y no contexto) completamente futbolístico (es decir: mediocre).
Lo que la gente haga con su culo en Argentina (que no por nada tiene la fama que tiene) dejémoslo de lado (o pregúntenle a Maradona de dónde obtiene él su goce, ya que insisten, porque con lo que ha tomado ese muchacho...). Aquí estamos hablando de responsabilidades políticas, de que alguien se haga cargo de los muertos.

* Me irrita sobremanera la intervención de Piro porque me obliga a volver sobre un tema sobre el que no quería decir ya más. Ibarra debe renunciar y ponerse a disposición de la Justicia. Toda otra opción forma parte de las miserabilidades de la política barrial y ese aborto de la cultura porteña que es el ibarrismo, el "progresismo porteño" y sus beneficiarios (¡los intelectuales, que habiendo ya tenido tiempo suficiente para hacerlo, todavía dudan en manifestarse, como si el tema no fuera de su competencia!). Para política barrial, me quedo con mi folletín.

** Además, no me va a venir Piro a apurar con estrategias de mercadotecnia. Ya sabemos lo mucho que rinden en los buscadores los "culos argentinos", un poco más apenas que los "culos brasileños" (si no fuera por la Iglesia y la hipocresía de nuestros antepasados, habría que poner en la lista a los "culos italianos").

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