El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) puede apuntarse la
victoria en las elecciones regionales celebradas este domingo en el
Land alemán de Mecklemburgo-Pomerania Occidental (noreste). Según los
primeros sondeos, realizados a pie de urna, los socialdemócratas han
conseguido un 30,5% de los votos. Sin embargo, la formación xenófoba
Alternativa para Alemania (AfD), que ha captado buena parte de la
atención prestada a estos comicios por la elevada intención de voto que
le atribuían los sondeos, también puede reivindicar un triunfo en toda
regla. En virtud del 21% de los votos que ha logrado, AfD se ha erigido
en la segunda fuerza política en Mecklemburgo-Pomerania Occidental.
AfD, formación fundada en 2013, no contaba con escaños en el parlamento regional de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, un Land que apenas suma 1,7 millones de habitantes en un país de más de 82 millones de personas. Los sondeos previos a esta cita con las urnas llegaron a situar a la formación xenófoba como segunda fuerza política más votada, por delante de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) que lidera la canciller Angela Merkel. Este extremo ha terminado confirmándose.
La CDU, que también ha gobernado en Mecklenburgo-Poremania Occidental durante los últimos cinco años gracias a una “gran coalición”, ha quedado relegada como la tercer partido de la región. A Merkel, cuya circunscripción por la que tiene escaño en el Bundestag se encuentra en este Land, se le ha visto especialmente implicada en la campaña de esta cita con las urnas. La jefa del Gobierno germano ha invitado incluso a votar a los partidos con “soluciones a los problemas”, lo que “no incluye a AfD”, según los términos de la canciller. Pero, con los primeros resultados en mano, parece que un buen quinto de los electores ha dado la espalda a la canciller optando por AfD.
Las elecciones de este Land del noreste alemán tienen lugar apenas medio año después de que AfD se confirmara en el panorama político germano logrando una significativa presencia en los parlamentos regionales de Renania-Palatinado (oeste), Baden-Wurtemberg (suroeste) y en Sajonia-Anhalt (centro-este). En esta última región, AfD se hizo con un 24,3% de los votos, en Baden-Wurtemberg un 15,1% y en Renania-Palatinado un 12,6%.
“Asegurar las fronteras, parar el terror”, era uno de los mensajes con los que AfD ha buscado ganarse a los electores en Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Temas como la inmigración o la seguridad nacional, aunque sean ante todo competencia del Gobierno federal que dirige Merkel desde Berlín, han sido los más utilizados en estos comicios por el líder de AfD en este Land, Leif-Erik Holm, y su equipo.
El socialdemócrata Erwin Sellering, presidente del Gobierno regional de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, ha desarrollado una campaña más integradora. “Juntos por el buen camino”, era uno de los eslogánes electorales que ha empleado este político, que antes de gobernar en coalición con la CDU como hace desde 2011 hizo lo propio con el Partido del Socialismo Democrático, formación fundacional del partido izquierdista Die Linke.
Sellering ha reivindicado con razón en su campaña que la economía de su región es “fuerte”. Con él al frente el paro en la región nunca estuvo en niveles tan bajos (ronda el 9%) y el PIB jamás había totalizado los 39.000 millones de euros actuales – un récord. En estas elecciones, el SPD ha cosechado un 30,5 % del apoyo de los votantes, un porcentaje sensiblemente menor al 35% que le valió la victoria en 2011. Para gobernar podría contar con de nuevo con la CDU, o con Die Linke y Los Verdes. La formación ecologista se hizo con un 5% de los votos, según las primeras estimaciones. Die Linke consiguió un 12,5%.
RESISTENCIAS A LA POLÍTICA MIGRATORIA
AfD, formación fundada en 2013, no contaba con escaños en el parlamento regional de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, un Land que apenas suma 1,7 millones de habitantes en un país de más de 82 millones de personas. Los sondeos previos a esta cita con las urnas llegaron a situar a la formación xenófoba como segunda fuerza política más votada, por delante de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) que lidera la canciller Angela Merkel. Este extremo ha terminado confirmándose.
La CDU, que también ha gobernado en Mecklenburgo-Poremania Occidental durante los últimos cinco años gracias a una “gran coalición”, ha quedado relegada como la tercer partido de la región. A Merkel, cuya circunscripción por la que tiene escaño en el Bundestag se encuentra en este Land, se le ha visto especialmente implicada en la campaña de esta cita con las urnas. La jefa del Gobierno germano ha invitado incluso a votar a los partidos con “soluciones a los problemas”, lo que “no incluye a AfD”, según los términos de la canciller. Pero, con los primeros resultados en mano, parece que un buen quinto de los electores ha dado la espalda a la canciller optando por AfD.
Las elecciones de este Land del noreste alemán tienen lugar apenas medio año después de que AfD se confirmara en el panorama político germano logrando una significativa presencia en los parlamentos regionales de Renania-Palatinado (oeste), Baden-Wurtemberg (suroeste) y en Sajonia-Anhalt (centro-este). En esta última región, AfD se hizo con un 24,3% de los votos, en Baden-Wurtemberg un 15,1% y en Renania-Palatinado un 12,6%.
“Asegurar las fronteras, parar el terror”, era uno de los mensajes con los que AfD ha buscado ganarse a los electores en Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Temas como la inmigración o la seguridad nacional, aunque sean ante todo competencia del Gobierno federal que dirige Merkel desde Berlín, han sido los más utilizados en estos comicios por el líder de AfD en este Land, Leif-Erik Holm, y su equipo.
El socialdemócrata Erwin Sellering, presidente del Gobierno regional de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, ha desarrollado una campaña más integradora. “Juntos por el buen camino”, era uno de los eslogánes electorales que ha empleado este político, que antes de gobernar en coalición con la CDU como hace desde 2011 hizo lo propio con el Partido del Socialismo Democrático, formación fundacional del partido izquierdista Die Linke.
Sellering ha reivindicado con razón en su campaña que la economía de su región es “fuerte”. Con él al frente el paro en la región nunca estuvo en niveles tan bajos (ronda el 9%) y el PIB jamás había totalizado los 39.000 millones de euros actuales – un récord. En estas elecciones, el SPD ha cosechado un 30,5 % del apoyo de los votantes, un porcentaje sensiblemente menor al 35% que le valió la victoria en 2011. Para gobernar podría contar con de nuevo con la CDU, o con Die Linke y Los Verdes. La formación ecologista se hizo con un 5% de los votos, según las primeras estimaciones. Die Linke consiguió un 12,5%.
RESISTENCIAS A LA POLÍTICA MIGRATORIA
Al
igual que en ocurrió en los comicios de Renania-Palatinado,
Baden-Wurtemberg y Sajonia-Anhalt, los comicios de
Mecklemburgo-Pomerania Occidental han servido a muchos para expresar un
voto de protesta que beneficia claramente a AfD. Mecklemburgo-Pomerania
Occidental es conocido como uno de los Länder más conservadores de
Alemania, debido, entre otras cosas, al 6% de los votos que recogió allí
la formación neonazi que es el Partido Nacionaldemócratico de Alemania
(NPD) en las anteriores elecciones regionales. En 2006, el apoyo al NPD
fue del 7,3%. En la votación de este domingo, este partido se quedó en
un 3,5%.
Los estudios demoscópicos previos a los comicios de este domingo han dado cuenta de que buena parte de los electores del NPD estaban dispuestos a apoyar a AfD. La formación xenófoba está capitalizando en términos políticos el descontento que ha generado en parte de la población la política de inmigración del Gobierno de Merkel.
El pasado miércoles se cumplió un año desde que la canciller pronunciara su ya celebre frase: “Lo logramos”. Merkel, que no ha dejado de repetir esos términos en los últimos doce meses, quería convencer así a sus conciudadanos de que su país puede recibir e integrar a los más de un millón de demandantes de asilo que han llegado a Alemania en los últimos dos años.
Pero esas palabras, convertidas ahora en una especie de mantra, se están encontrado con una fuerte resistencia. El resultado de las elecciones en Mecklemburgo-Pomerania Occidental son una nueva muestra de ello. La ciudad-estado de Berlín, que celebra las elecciones para formar un nuevo parlamento regional el próximo 18 de septiembre, planteará otro serio test para Merkel, su partido, y la gran coalición que lidera junto a los socialdemócratas.
Fuente: El español
Los estudios demoscópicos previos a los comicios de este domingo han dado cuenta de que buena parte de los electores del NPD estaban dispuestos a apoyar a AfD. La formación xenófoba está capitalizando en términos políticos el descontento que ha generado en parte de la población la política de inmigración del Gobierno de Merkel.
El pasado miércoles se cumplió un año desde que la canciller pronunciara su ya celebre frase: “Lo logramos”. Merkel, que no ha dejado de repetir esos términos en los últimos doce meses, quería convencer así a sus conciudadanos de que su país puede recibir e integrar a los más de un millón de demandantes de asilo que han llegado a Alemania en los últimos dos años.
Pero esas palabras, convertidas ahora en una especie de mantra, se están encontrado con una fuerte resistencia. El resultado de las elecciones en Mecklemburgo-Pomerania Occidental son una nueva muestra de ello. La ciudad-estado de Berlín, que celebra las elecciones para formar un nuevo parlamento regional el próximo 18 de septiembre, planteará otro serio test para Merkel, su partido, y la gran coalición que lidera junto a los socialdemócratas.
Fuente: El español