sábado, 31 de mayo de 2014

El miserabilismo


Por Daniel Link para Perfil

Una de las grandes virtudes del kircherismo (o el peronismo) es su atención para con los miserables: miren cómo nos preocupa la miseria, miren cómo operamos en relación con ella, miren cómo nos desvelan las necesidades de los más pobres (precios cuidados, garrafas solidarias, ladrillos para que los villeros agranden sus villas, creación de puestos de trabajo estatales, retenciones a los consumos de clase media, subsidios a los sectores más desfavorecidos). Todo lo hacemos por ellos y para ellos (“mis grasitas”, “descamisados”), que nos quitan el sueño, en quienes confiamos hasta la ceguera, y a cuya asistencia nos entregamos plenamente porque ésa es la razón de ser del político.
Por supuesto, detrás de esa correlación directa y necesaria entre miseria y acción política, se revela la cara siniestra de tal pensamiento: para poder operar en relación con la miseria, hay que producirla en masa, sostenerla como tal, agudizarla en los momentos de desasosiego político para mejor poder operar en la formación de una ciudadanía miserable que no termina de entender el enriquecimiento de los funcionarios.
Es decir: dado que somos quienes mejor operamos en y con la miseria, produzcámosla para que nuestro talento brille en todo su esplendor. Si no hubiera miseria, no podríamos hacer política.
Once años de década ganada no han bastado para sacar a los miserables de los umbrales invernales en los que duermen. Es lo que más cuesta explicar cuando uno viaja: que tanta bonanza se traduzca en miserias tales.


viernes, 30 de mayo de 2014

Pajueranos en la Rosario del Norte






Poshumano, demasiado poshumano



jueves, 29 de mayo de 2014

¿Quién Mató a Laura Palmer?






Habrá Red Carpet



miércoles, 28 de mayo de 2014

¡Nunca me lo hubiera imaginado!

¡¡¡¡Tener que defender a Cynthia García del fascismo kirchnerista!!!!




Viento en popa...



martes, 27 de mayo de 2014

Reserven sus localidades

LPQH Cortos • Programa 1
Festival * Asterisco
 
Se proyectan los siguientes cortos:

I Love Hooligans – 13’
Ce n’est pas un film de cow-boys – 11’
Dying and Other Superpowers – 13’

Tomada Unica:
Desbunde – 25’
El ojo de Dios – 6’
Trilogía Nefandus:
Nefandus / Naufragios / Lavisión de los vencidos - 33’

FUNCIONES


Jue 5 14.00 HS AUDITORIO "LEONARDO FAVIO"(Alsina 1835)
Dom 8 12.00 hs    
 CINE GAUMONT (Av. Rivadavia 1635)
                                           



Preparen los pañuelos...


ASTERISCO FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE LGBTIQ - 3 AL 8 DE JUNIO DE 2014 from Festival Asterisco on Vimeo.

sábado, 24 de mayo de 2014

El día después de mañana

por Daniel Link para Perfil

Aunque casi nadie se dio cuenta, es muy probable que el 14 de mayo de 2014 (hace dos semanas apenas) el mundo haya cambiado radicalmente e incluso que haya dejado de existir tal como lo conocíamos.
Ese día, El Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos publicó la primera directriz completa para la práctica clínica de la Pre-Exposure Prophylaxis (PrEP), desarrollada por un conjunto de agencias federales.
En la práctica, la PrEP prescribe una píldora diaria para las personas que participan de los diferentes grupos de riesgo respecto de la propagación del VIH. Me limito al caso de quienes sostienen relaciones sexuales, a quienes la píldora diaria garantiza 98% de efectividad en la prevención de la infección con VIH (el tratamiento es eficaz sí y sólo sí se respeta la dosis cotidiana).
Las personas que integran este grupo de riesgo son los hombres, pero también las mujeres, que tienen relaciones sin protección con hombres (o mujeres) cuya relación con el VIH no ha sido testeada, o son portadores del virus. Es decir, todos los hombres y mujeres sexualmente activos que no sean monógamos.
La salud total de la población depende ahora, de una vez y para siempre, de la adhesión a la máquina farmacológica, proceso que comenzó hace treinta años, cuando se desató la crisis del sida. Ahora, el capitalismo (con la asistencia diligente del Estado) terminó con un largo proceso de apropiación de lo viviente que había comenzado por entonces.
La salud poblacional adopta, como en las peores pesadillas milenaristas, la forma de la guerra preventiva. Dejo de lado el aspecto estrictamente médico o sanitario del asunto. La “nueva era”, una vez más, viene a colisionar con la política del celibato, y esta vez de forma más violenta que nunca, porque no habrá antropología religiosa que pueda oponerse a la medicalización masiva de los cuerpos.
Tampoco es esto lo que me sorprende (participantes como somos de la antropología liberal), sino que la profilaxis preventiva se construya a partir de palabras ya existentes: los actuales “PrePpers”, que explican a cualquiera que quiera oírlos que tienen relaciones sin protección no porque sean portadores del virus, sino porque se suponen inmunes a él gracias al nuevo tratamiento, coinciden con los antiguos “preppers”, aquellos paranoicos de los suburbios que se preparaban (o se preparan todavía) para sobrevivir en los peores escenarios de catástrofe (Armagedón, plaga, guerra nuclear, ataque zombie, etc.) mediante la construcción de bunkers, el aprovisionamiento de alimentos enlatados, el desarrollo de métodos autosustentables de producción de alimentos, el acopio de armas y tabletas purificadoras de agua.
No es la primera vez que sucede, pero nunca dejará de sorprendernos que una determinada política (sanitaria, migratoria, laboral, etc.) se desarrolle a partir de la imaginación paranoica, sus figuras y, como en este caso, su vocabulario. Todos somos Sarah Connor y sólo la píldora diaria nos salvará de nuestro propio Terminator.
Como los “preppers” suelen ser personas ignorantes, agresivas y egoístas (que creen que pueden sobrevivir sin ningún lazo comunitario), es difícil pensar que la nueva píldora podría llegar a significar otra cosa que una coraza de indiferencia protectora hacia cualquier forma de vínculo con el partenaire sexual de turno, entendido como un puro factor de riesgo y nada más.
La diferencia entre el tratamiento profiláctico preventivo y una vacuna es que la segunda sencillamente inmuniza el organismo contra determinado virus o bacteria. La PrEP, por el contrario, desinhibe los comportamientos y, de ese modo, puede contribuir tanto a una utopía del amor libre como a una política de la sexualidad totalmente animal. Pero, una vez establecido el patrón desinhibitorio, ya nadie querrá volver a un pasado de autorrepresión.
A partir de ahora, pues, la algarabía sexual se asocia con la exteriorización total de lo más íntimo, la paranoia controlada, las políticas (benefactoras o no) de los Estados y la preparación para resistir individualmente a la catástrofe. Ese será el legado de la época a las generaciones futuras.

Sexy Sade


por Daniel Link para Soy

Interior. Leather Bar (2013), el experimento de James Franco, Val Lauren y Travis Mathews, será una de las joyas del Primer Festival de Cine LBGTQI Asterisco, que tendrá lugar del 3 al 8 de junio en Buenos Aires.


La sonrisa de James A fines de octubre del año pasado quise entrevistar en San Francisco a James Franco para este suplemento, en relación con Interior. Leather Bar (2013) el proyecto que codirigió junto con Travis Mathews. Fue imposible: James Franco ya estaba en otra cosa, y a mí no se me ocurrió entonces que pudiera ser interesante encontrarme con Travis Mathews, a todas luces el cerebro de la operación Interior. Leather Bar, que es como un sistema de cajas chinas ideado para esconder al sádico manipulador (el monstruo que habita en cualquier director de cine o de fotografía). Yo quería que el golden boy del cine americano (el que fue James Dean, el que fue Allen Ginsberg, el que fue Hugh Hefner, el que fue James en Interior) me sonriera.

Por supuesto, el secreto suceso de Interior pasa por la sonrisa de James, de la que todos los actores están pendientes y gracias a la cual se le perdona todo: El hombre araña, sus jactancias de estudiante de Yale, This Is the End (2013), sus libros de ficción, el capricho de querer mostrar explícitamente sexo entre varones a audiencias no condicionadas por sus preferencias. Si tuviéramos que morir mañana, que sea atravesados por la sonrisa de James Franco.


La homosexualidad Crusing (1980) ponía a Steve Burns (el personaje desempeñado por Al Pacino) en un ambiente hostil a su sensibilidad heterosexual (el mundillo leather gay neoyorquino de entonces) para buscar a un asesino. Fatalmente, Steve Burns se volvía loco. Aparentemente, Pacino sufrió mal el rodaje “en escenarios reales” y, aparentemente, gran parte del footage recortado de la película para garantizar una calificación mainstream se perdió. En esas dos mitologías fundaron Mathews y Franco su proyecto. Busquemos a un actor que se parezca a Pacino (heterosexual, ambicioso) y pongámoslo a circular en una ecología que le muestre lo que se ha estado perdiendo hasta ahora. El elegido es Val Lauren, un actor casado (con una mujer), amigo de James desde hace quince años, y cuya carrera ya había sucumbido a su sonrisa en Sal (2011). Entre los demás performers habrá otros tantos heterosexuales, bisexuales y homosexuales que se entregarán libremente y según su deseo a lo que les indique la escena.



El experimento Interior. Leather Bar es un experimento en abismo que ficcionaliza el proceso de recuperación de unas hipotéticas “escenas perdidas”. Dura apenas una hora, y la mayor parte de ese tiempo lo ocupan las conversaciones y titubeos (guionados hasta el último detalle) a propósito de lo que se estará filmando, su sentido, su valor, el riesgo que implica. La película se abre con una charla entre James Franco, Val Lauren y Travis Mathews donde se postula el matrimonio universal como un dispositivo de normalización de la sexualidad, la pérdida de la queerness propia la homosexualidad y donde se plantea la hipótesis de que el sexo sin sentido (meanless sex) sigue siendo intolerable para la civilización capitalista. La heteronormatividad es funcional al capitalismo, porque tiñe de afectividad y familiariza lo que es sólo una actividad física.

Mathews (I Want Your Love, 2012, In Their Room, 2013), además de un fino observador del mundo de las locas angloparlantes es psicólogo, lo que lo convierte en un manipulador privilegiado. Más adelante, en una de las escenas claves de Interior, luego de que James se ha hecho el vivillo alabando la sexualidad entre varones, criticando la censura, levantando su dedo acusador en contra de la heteronormatividad hollywoodense, se lo verá haciendo mutis por el foro (“non posso piu”) y desconectando su celular para no volver a atender a Val Lauren.

De modo que Interior recrea el proceso de “tortura psicológica” al que fue sometido en su momento Al Pacino, poniendo al hétero en el lugar de incomodidad y de la imposibilidad de identificación. Pero no elije como víctima sacrificial al actor Val Lauren (que sabe muy bien lo que está haciendo, aunque diga lo contrario) sino a James.



El objetivo Interior. Leather Bar es una película feliz que termina con una escena de despedida afectuosa entre Travis Mathews y los dos “actores” que han garchado realmente en la película (una pareja encantadora), vistos desde la perspectiva de un Val Lauren atrincherado en su auto y con James Franco totalmente ausente. Ha mostrado (muy brevemente) escenas de sexo explícito entre varones (con la excusa de una reconstrucción arqueológica) y ha puesto en el centro mismo de la escena a una estrella de Hollywood cuya sonrisa, antes de desaparecer por completo, se congela en un rictus del que desaparece toda la condescendencia propia del heterosexual amigable, esclarecido y liberal.

La cámara se revela, entonces, como un dispositivo sádico que pone (desde Pacino hasta Val Lauren y James Franco) no tanto en el lugar de la humillación personal sino en el lugar de la humillación cultural, de la sanción definitiva. En contra de lo que la película enuncia y la crítica acepta complaciente, el tema no es la exposición de sexo explícito entre varones, sino el lugar de la cámara como operador de distancia y de jerarquización (de allí la diferencia, mínima, que se subraya en relación con el porno).

Hay un poder, dice Travis (guionista único de la película), en la sonrisa de James y voy a poner a esa sonrisa a trabajar en contra del actor, el cuentista, el músico, el estudiante, el director heterosexual que cree que la transgresión es todavía una hipótesis simpática. Mi cámara va a hacer con ellos, los sádicos, lo que ellos han hecho con nosotros, mostrándoles lo bien que la pasamos pensando en sus sonrisas, y matándolos con sus sonrisas.

No me extraña que James haya preferido hablar de sus libros conmigo, y no de estos asuntos. Interior. Leather Bar es una pieza de pensamiento complejo sobre la mirada, la humillación, el goce sádico, y el tenue borde entre ficción y realidad, todas ellas preguntas éticas en relación con las cuales no hay sonrisita que valga.


Ceremonia de apertura: International Mister Leather 2014 (Chicago, Memorial Day)




sábado, 17 de mayo de 2014

Volver a los 17

Por Daniel Link para Perfil

Peugeot suspendió a 1000 empleados (2100 son los suspendidos en el sector automotriz en las últimas semanas). En muchos restaurantes ya no aceptan tarjetas de crédito y en algunos negocios el posnet “no funciona”. Los peajes aumentan tanto que ya ni los corruptos pueden concurrir a los juicios que les hacen, y el nivel de miseria y desigualdad es el mismo que en los 90. Mientras tanto, el Sr. Capitanich insiste en que “Argentina tiene una agenda que estimula no sólo el sostenimiento del empleo sino también la expansión económica".
En lo personal, me siento un adolescente de nuevo. Cada mañana, visito con desesperación la página de mi banco para ver si aparece alguno de los pagos que me deben. No: mi cuenta sigue en rojo. Como el año pasado las paritarias docentes se cerraron a 18 meses, ahora tendremos que esperar hasta julio para ver cuántos metros en la carrera contra la inflación ganamos (o perdimos).
Mientras tanto, si organizo una cena, reparto entre los comensales el costo de los ingredientes: ya nadie paga nada de más y todos contribuimos para achicar los gastos. Si me ofrezco para llevar a una amiga a su casa (porque es tarde y no me atrevo a dejarla sola en las calles) le pido una colaboración para pagar el estacionamiento donde dejé el auto. Los optimistas aplaudirán el consumo racional. No es mi caso: ningún comportamiento caballeresco, ninguna generosidad con el que tiene menos, todo es cálculo presupuestario y ya estoy pensando en sacar del chanchito las moneditas de divisas que me sobraron de los viajes de los últimos diez años. ¿Cuánto habrá ahí, entre centavos y dimes norteamericanos, liras turcas y soles peruanos? ¿Veinte dólares?
Una amiga me cuenta por teléfono que, por un “error administrativo”, este mes no cobrará su sueldo. Temiendo el sablazo, estoy a punto de cortarle. Pero no, sólo me pide que, en mi próximo viaje, le traiga zapatillas para el hijo.

jueves, 15 de mayo de 2014

All that jazz



miércoles, 14 de mayo de 2014

La sangre de un poeta




martes, 13 de mayo de 2014

Junio en París, Agosto en Buenos Aires



Du champ du cygnes




El b&w sigue rindiendo...





domingo, 11 de mayo de 2014

Y la ganador@ es.....



(gracias, Leo)

Muy pronto en las mejores salas de cine de Buenos Aires y Cairo...



Disco "Disco"

 

El antólogo solitario

Prólogo a Walsh, Rodolfo (comp.). Antología del cuento extraño. Buenos Aires, el cuenco de plata, 2014

por Daniel Link


Rodolfo Walsh había nacido en 1927. Desde sus 17 años, y hasta fines de 1950 trabajó en Hachette. Corrector de pruebas, traductor, editor de antologías (Diez cuentos policiales argentinos, 1953), autor premiado de esa casa (Variaciones en rojo, 1953, Premio Municipal de Literatura): nada de lo que tenía que ver con la producción material del libro le había sido ajeno.
En el verano de 1955, publicó en Leoplan (XXI: 493. Buenos Aires: 15/1/1955) “El misántropo” de J. D. Beresford y “El precio de la cabeza” de John Russell, como anticipos de la Antología del cuento fantástico que publicará Hachette al año siguiente con el título de Antología del cuento extraño.
1956 no es sólo el año de publicación de esta antología: es el encuentro de Walsh con el que será su destino literario y político. “Hay un fusilado que vive”, le dicen. “Yo quería ganar el Pulitzer”, recordaría él años más tarde, refiriéndose a Operación masacre, un libro que comienza siendo una serie de notas publicadas en Revolución nacional entre enero y marzo de ese año: el embrión de un libro monstruoso (ése es su mérito mayor) de tema siniestro que se va modificando edición tras edición.
Durante 1957 escribirá dos “obras” que considera mutuamente excluyentes: la segunda serie sobre los fusilamientos de José León Suárez, que publica en Mayoría, y las notas que seguirá entregando a Leoplán y que firma muchas veces con el seudónimo Daniel Hernández, su alter ego de Variaciones en rojo.


El texto completo, acá.



sábado, 10 de mayo de 2014

Carreras delictivas

Por Daniel Link para Perfil
 
Mi madre acaba de cumplir 79 años y es una mujer extremadamente perfeccionista. La semana pasada un muchacho “muy buen mozo” acompañado de una chica “rubia”, pasó por el portón de su casa y le pidió prestado un martillo para arreglar su motoneta. Cuando se acercó con ánimo de ayuda (sensible a la belleza como es ella), el joven, armado, saltó el portón de su casa, la maniató con precintos plásticos y la tiró al suelo en el patio, pidiéndole que le entragara la plata que mi hija le había dado unos minutos antes de partir rumbo a Venado Tuerto, para que comprara comida para sus gatas. Como mi mamá gritaba locamente “911” (su afán de perfección corre parejo con su heroísmo), la dejaron abandonada en ese estado, pero el daño a su escápula ya estaba hecho y ahora está inmovilizada y con el brazo derecho en cabestrillo. Mi mamá ni pudo firmar la denuncia cuando la policía apareció tres horas después.
Al contarme el incidente, en la guardia del Otamendi (ella sólo se deja atender en los lugares bendecidos previamente por la Sra. Fernández, de quien es una ferviente creyente y seguidora: el Austral, el Otamendi, etc.), destacaba la impericia del caco: “el arma ni debía estar cargada”, “me puso mal los precintos, un brazo me lo liberé al instante”, “se asustaron de nada”.
Yo le contestaba: “quedate tranquila, que ya van a aprender”. “Conmigo, no”, me decía. No claro, pero ya van a encontrar otras viejas para robar y perfeccionar su método de inmovilización (si no hubiera podido liberarse, quizá habría muerto tirada en el piso, pienso).
Eso la tranquiliza, porque, en su adhesión incondicional a un gobierno que ha hecho escuela en carreras delictivas, premiándolas con los más altos sillones de poder, no concibe que se pueda fallar en aquello por lo que el país es más reconocido en todas partes. Robar, roba cualquiera. Para robar bien, hay que saber cómo engañar a viejas heroicas y perfeccionistas.

viernes, 9 de mayo de 2014

A Chorus Line



Coñex!

Oscar del Barco rechaza el Premio Konex

El intelectual cordobés, poeta y filósofo de gran trayectoria, envió a este diario un comunicado en el que explica sus razones. Dice que está en contra de esas distinciones, y que no se considera un ejemplo para los jóvenes debido a que apoyó dictaduras y asesinatos.

El poeta y ensayista Oscar del Barco rechazó el premio que le concedió la Fundación Konex el martes pasado. Este jueves se lo comunicó a la institución y mediante un comunicado enviado a este diario hizo públicas sus razones. 
En el documento, explica que no acepta ese “tipo de premios y menos cuando se los jerarquiza como de diamante, de platino, gran premio, etcétera". También manifiesta su desacuerdo en que se premie sólo a intelectuales y "no a obreros, enfermeras, empleados, albañiles, empleadas domésticas".
Los dos puntos cruciales de su texto de rechazo son los siguientes. El primero: “No puedo participar de ningún modo en premios que se les han concedido a personajes como Amalia Fortabat, quien fuera cómplice de la dictadura militar genocida de nuestro país, a Mariano Grondona y otros de los que no conozco sus posiciones respecto de dicha dictadura”. El segundo: “No me considero de ninguna manera un ejemplo ético a proponer a los 'jóvenes' por cuanto no sólo apoyé la dictadura totalitaria de la Unión Soviética y la falta de libertades en Cuba, sino que acepté en 1964 el asesinato de dos integrantes del llamado Ejército Guerrillero del Pueblo".
El Konex de literatura se entrega cada 10 años a las figuras destacadas de la década anterior y es uno de los premios más prestigiosos del país. Este año el jurado estuvo presidido por Noé Jitrik y entre sus integrantes están Horacio González, Andrew Graham Yooll, Daniel Divinsky, Luis Chitarroni y Cristina Mucci, entre otros. 
Oscar del Barco, nacido en 1928 en Villa María,  es autor de libros de poesía, como Infierno, Dijo, Espera la piedra, Partituras, y de ensayos como El abandono de las palabras y Exceso y donación. Fue docente en la Universidad Nacional de Córdoba y estuvo exiliado en México entre 1975 y 1983.  
En 2005, una carta abierta que publicó en la revista La intemperie, conocida como “No matarás”, generó una polémica acerca de la lucha armada y la violencia guerrillera en las décadas de 1960 y 1970 en la Argentina. En 2011, también fue crítico del Premio Universitario de Cultura 400 Años concedido al poeta Juan Gelman por parte de la Universidad Nacional de Córdoba. 

martes, 6 de mayo de 2014

¿Felipe, sos vos?

Encuentran a un jubilado muerto y atado a una silla en Saavedra

El cuerpo del hombre fue encontrado esta mañana en su casa por la empleada del servicio



Tres ancianos fueron brutalmente golpeados en distintos robos

En Tandil, un delincuente le dio un palazo en la cabeza a una mujer de 82 años; en Olavarría, un matrimonio fue atacado salvajemente

lunes, 5 de mayo de 2014

El porvenir




Bellatin en Filo



sábado, 3 de mayo de 2014

¿Tené flore, loco?

Uruguay reglamenta la ley de la marihuana

La norma que regula su venta entrará en vigor el martes.

Walsh y lo siniestro

Por Daniel Link para Perfil

Tres veces junio, tres escenas: en la primera, unos amigos se reunen para leer historias de fantasmas. El resultado de ese encuentro es célebre: El vampiro, firmada por John Polidori, y Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley. Ante la grandeza inalcanzable del segundo título, Percy Shelley y el hospitalario y romántico Lord George Gordon Byron decidieron no revelar los manuscritos de sus tentativas. Era el 17 de junio de 1816.
En la segunda escena, unos amigos, Jorge Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo, una noche de junio de 1937, “hablábamos de literatura fantástica, discutíamos los cuentos que nos parecían mejores; uno de nosotros dijo que si los reuniéramos y agregáramos los fragmentos del mismo carácter anotados en nuestros cuadernos, obtendríamos un buen libro”. Compusieron la Antología de la literatura fantástica, “reunión de los textos (...) que nos parecen mejores”, cuya primera edición se terminó de imprimir en 1940 como título inaugural de la Colección Laberinto que lanzaba la recién fundada Editorial Sudamericana, como mascarón de proa de una política editorial de largo aliento, (efecto, en algún sentido, de la guerra europea).
De la tercera escena sabemos poco: un solitario Rodolfo Walsh compone su Antología del cuento extraño, publicada en 1956 en Hachette, mucho más voluminosa que su predecesora pero con una cantidad considerablemente menor de textos.
Walsh vuelve, tal vez por última vez, a refugiarse en esos mundos de pesadilla que ha estado leyendo en los últimos dos años para terminar de pergeñar su antología, que ya no se llamará del cuento fantástico (como había sido anunciada en 1955), sino del cuento extraño, retomando una etiqueta bastante frecuente en las recopilaciones anglosajonas de literatura de género: The Queer Side of Things.
1956 no es sólo el año de publicación de esta antología: en junio de ese año, Walsh se encuentra con el que será su destino literario y político. “Hay un fusilado que vive”, le dicen. “Yo quería ganar el Pulitzer”, recordaría años más tarde, refiriéndose a Operación masacre, que comienza siendo una serie de notas publicadas en Revolución nacional, el embrión de un libro monstruoso (ése es su mérito mayor) de tema siniestro que se va modificando edición tras edición hasta llegar a su forma definitiva, al guion cinematográfico, a la historia.
En ese sentido, podría decirse que “un fusilado que vive” será el tipo de fantasma o de entidad siniestra que Walsh comenzará a urdir en el momento mismo en que entrega a la imprenta esta antología de 912 páginas y cuatro tomos que ahora la editorial el cuenco de plata vuelve a publicar, para nuestro beneficio.
Operación masacre nacionaliza los fantasmas y le pone nombres propios a lo siniestro. Al hacerlo, marca un territorio de operaciones para cualquier fantasmología y cambia la consideración histórica de la guerra.

viernes, 2 de mayo de 2014

Nos siguen pegando abajo

Duro informe de EE.UU por la piratería en Argentina

Nuestro país quedó bajo "vigilancia comercial prioritaria" después de que se difundiera un informe sobre violaciones a los Derechos de Propiedad Intelectual. 

jueves, 1 de mayo de 2014

Kant, el regreso

Vuelto de un viaje de negocios, el agente de obras de arte (soltero, para más datos) cuenta sus aventuras amorosas, que se resumen en un garche sin pasión y para nada memorable (no porque él lo diga, sino porque no hubo repetición), unos besos en una pista de baile (si es que entendí bien) y otros besos en un baño público.
Ante el azoramiento de la audiencia ante tan pobre cosecha, el aprovisionador de colecciones de arte muestra las fotos de sus "conquistas", un manojo de fotografías donde caras de cierta belleza (algunas más que otras, y otras que movían francamente a la carcajada) eran descriptas según nacionalidades: de Ecuador, de Guatemala, de Lima...
Nos damos cuenta que el narrador no colecciona experiencias, sino imágenes para mostrar a los amigos, postales de viaje (da lo mismo haber subido a la Torre de Pisa o no, lo importante es tener una foto de ella).
Lo más paralizante es su defensa ante las carcajadas de sus interlocutores, que lo acusan de frígido y de poco apasionado: "Yo soy un servidor de la belleza. Si veo a una persona bella, voy y la sirvo".
En su caso, la servidumbre a la belleza se limita a mostrarla. Lo que se llamaba, antiguamente, "contemplación desinteresada".

(anterior)

Muy pronto en las mejores salas de cine