El conflicto suscitado en Vicente López a raíz de la polémica obra del Vial Costero no es más que otro ejemplo de las políticas que se vienen implementando a nivel nacional en Argentina en los últimos tiempos. Es para destacar la similitud que guarda con la minería a cielo abierto de algunas provincias, como por ejemplo Catamarca, o la situación de las papeleras en Gualeguaychú. Todos estos conflictos son consecuencia de emprendimientos que se generan bajo los mismos objetivos y en detrimento de las mismas cosas. Estos objetivos son el enriquecimiento y/o apropiamiento de recursos y tierras por parte de grandes grupos económicos, sin importar la destrucción ambiental, la violación de los derechos de los ciudadanos, o el saqueo de los recursos de nuestro suelo sin ningún tipo de beneficio económico para la nación. Proyecto Sur lleva en sus banderas una gran causa que incluye “Protección del ecosistema, el agua, la tierra, los bosques nativos, los lagos y glaciares, que deben ser preservados de cualquier tipo de contaminación”. De ahí que nuestra postura es de rechazo total a este tipo de políticas. También hay que aclarar que por momentos estos conflictos se confunden con algo meramente ambiental, pero la realidad es que en el medio de esta destrucción ambiental y contaminación, el conflicto se vuelve intrínsecamente social. Así como la minería a cielo abierto termina contaminando las tierras, imposibilitándolas para el cultivo y obligando a las familias enteras que viven de eso a retirarse de sus hogares (un verdadero atropello a los derechos de estas personas), y las aguas, atentando directamente contra la vida, el Vial Costero forma parte de un proyecto inmobiliario que priva a decenas de miles de personas de poder disfrutar de un espacio verde que es público, que le pertenece a todos, y que es utilizado para respirar aire puro, descansar sin contaminación audiovisual ni aérea, realizar actividades de recreación, hacer deporte, etc. Vicente López sólo posee 0,80 metros cuadrados de espacios verdes por habitante. El mínimo aconsejado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 10 metros cuadrados por habitante. Es decir, ya tiene menos del 10% del mínimo aconsejado y para hacer la obra pretenden realizar una tala indiscriminada de árboles, ya puesta en marcha.
Pero las cosas son más graves de lo que parecen, y ahí es cuando aparece el marco de la ilegalidad. Haciendo un poco de historia, el jueves 23 de diciembre de 2004, en el Honorable Concejo Deliberante de Vicente López se sometieron a votación excepciones al Código de Ordenamiento Urbano (COU), el cual permitía edificios de sólo 5 pisos en el Paseo de la Costa inaugurado en el año 2000. A las 23 hs, los veinte concejales que querían aprobar las excepciones se levantaron de la sesión y se fueron. Los cuatro concejales que se oponían esperaron hasta las 3 de la mañana del 24, hasta que un escribano cerró la sesión del Concejo. Más tarde, a las 4:30 de la madrugada, regresaron solos los veinte concejales que estaban a favor, dando quórum y consensuando todo sin objeción alguna. Así, las excepciones al COU quedaron aprobadas sin estudios de impacto ambiental, destinando un total de 140 hectáreas (equivalentes al 4% del territorio de Vicente López) robadas a la gente para proyectos inmobiliarios privados.
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