por Ariel Schettini
Ahora me auto transporto con el auto por el que
peleamos como si fuéramos parte de la burguesía
como si no hubiéramos sido jamás
un mal chiste para la especie.
Me transporto y me llevo a otra parte,
porque peleamos por el auto en un combate
que involucró parientes, abogados y amigos.
Como si no hubiéramos sido para la clase
una caricatura de institución burguesa.
La batalla, que no pasó de escaramuzas de las partes
y de dictámenes judiciales,
no involucró la sangre.
Pero yo hubiera denunciado
destrucción total.
El decreto de Unión Civil era suficiente y
oportuno para demolernos
pero hicimos abstracción del cuerpo: forcejeamos por una cosa
como pelean los que tienen algo y los que tienen repuesto.
Y gané, claro, con dinero, préstamos y humillaciones.
Gané como los que siempre ganan:
sometiéndome.
Gané como se gana adentro de la civilización
pidiendo clemencia y por favor
y cumpliendo formas.
Ahora me llevo y me transporto en el botín de guerra típico
de la conyugalidad, del laberinto amoroso
y de las demandas de divorcio.
Hey... alguna vez ese móvil fue una propiedad en común
¿te acordás?
Insostenible y evasivo, como el amor pactado.
Porque el desvío de ese matrimonio estaba inscripto
en el registro automotor.
Y solo ahora en la recta autopista, mientras escucho música,
entiendo que lo compramos
para ir a otra parte de nosotros mismos.
2 comentarios:
ariel sos lo mas del mundo
Non, Rien De Rien, Non, Je Ne Regrette Rien
Ni Le Bien Qu`on M`a Fait, Ni Le Mal
Tout Ca M`est Bien Egal
Non, Rien De Rien, Non, Je Ne Regrette Rien
C`est Paye, Balaye, Oublie, Je Me Fous Du Passe
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