Por Daniel Link para Perfil
Me sentía un poco desesperanzado. Todo
a mi alrededor parecía desmoronarse. Pero, por fortuna, los diarios
argentinos me dieron motivos de optimismo. “Nicole Neumann hizo
oficial su reconciliación con Matías Tasín”, y un poco antes:
“Pico Mónaco habló de su reconciliación con Pampita”.
Ahora sí podemos respirar tranquilos.
Qué importante es saber esto. Por supuesto y, como siempre, el Papa
mira para otro lado y en su saludo navideño insiste con
abstracciones como la paz mundial, el hambre y el diálogo político
en Venezuela y Nicaragua. El presidente argentino insiste con sus
predicciones (vamos a estar mejor) que jamás se cumplirán.
¿No son más importantes los procesos
de reconciliación de las ex-modelos con sus parejas? ¿No son más
concretos esos lazos reconstituidos? Por algo se empieza...
Aplaudamos la vida íntima rehecha y la
infinitas posibilidades para las fotos veraniegas. ¡Vivan los amores
renovados de Pampita y de Nicole! Sólo faltaría que ellas se
quisieran, pero no sé si estamos preparados para tanto. Codazos en
pasarelas, vestidos que desaparecían en los backstages de los
desfiles y apodos humillantes no son cosas fáciles de olvidar.
Ahora me doy cuenta de que, sin marido
ambas, a lo mejor esa desdicha compartida las hubiera unido dándoles
una humanidad de la que carecen.
Vuelvo a mi desesperanza política e
incluso existencial: sus respectivas reconciliaciones les sirve sólo
para afirmarse en el odio mutuo e, indirectamente, para alimentar a
los vendedores de basura.
1 comentario:
Sólo faltaría que ellas se quisieran... Daniel leí los años 90 y es tremendo. Gracias
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