Se daba la circunstancia de que Pepe Bianco convalecía de la segunda cirugía plástica que habría de transformar la berenjena o morrón que hasta entonces había fungido en su cara como apéndice olfativo en su nariz característica (la de las fotos).
Cuando fue recibido por la madre de Cozarinsky, no pudo dejar de notar la contrariedad de la viuda al verlo con la cara así vendada. La saludó, diciéndole:
"Disculpe, señora, que venga a su casa
disfrazado de El Hombre Invisible"
disfrazado de El Hombre Invisible"
(anterior)
2 comentarios:
Bianco es maravilloso, merece que esto sea más conocido.
Impagable.
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