jueves, 24 de abril de 2025

Preguntan si...


"Defino el arte como una experiencia"

por PABLO DIAZ MARENGHI para La agenda revista

¿Qué tiene en sus manos el lector frente a un ejemplar de Clases. Literatura y disidencia, de Daniel Link? Veinte años después, vuelve a las librerías el primer tomo de la trilogía crítica definitiva del docente, crítico y escritor quien tuvo a su cargo durante 34 años la cátedra de Literatura del Siglo XX de la Carrera de Letras de la UBA y se retiró con una lección final que puede verse en YouTube y pronto será libro.
¿Pero es acaso un libro sobre literatura? ¿Es un compendio de lo mejor de sus cursos? Sí y no. El lector avezado tal vez tenga cierta presunción por haberlo leído en su Literatura argentina, cuatro cortes, sus exquisitas memorias lectoras editadas (La lectura, una vida; Ampersand), su ensayo sobre Copi o su ficción –su novela Los años noventa sintetiza, tal vez mejor que ninguna otra, el pulso de una época –.El lector desprevenido quizás se sorprenda por el sistema de citas, lecturas cruzadas, la mirada, el paladar refinado pero sin esnobismo, la elegancia de la prosa y la precisión de sus hipótesis.
De la mano de la misma editora, Leonora Djament, que publicó este libro bajo el sello Norma y hoy lo relanza en Eterna Cadencia, estos textos forjan un canon. Un modo de leer, sentir y pensar. Link pone a dialogar en la misma mesa a Herman Hesse, con Kafka y la saga de Star Wars; Theodor Adorno y Rodolfo Walsh hacen tablas en una partida de ajedrez imaginaria con una película de Derek Jarman de fondo. Su modo de hacer hablar a los objetos que analiza es único: bebe de las aguas de la filología, disciplina que estructuró su pensamiento, pero se revitaliza con su propia brújula estética y personal.
Este volumen funciona como el inicio de una trilogía que continuó con Fantasmas. Imaginación y sociedad (2009) y cierra con Suturas. Imágenes, escritura, vida (2015). Es, también, una clase magistral sobre la potencia significante del Siglo XX; sus aciertos, sus deudas y sus hazañas. Link, en diálogo con La Agenda del otro lado del Atlántico, se hace un tiempo para expandir sus propias inquisiciones alcanzando nuevas definiciones como esta: “La cultura pop es un instante de peligro de las normas culturales y, sobre todo, la industria cultural”.
 
(sigue acá)

 

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