Nos despedimos de la ciudad inhóspita con una temperatura porteña, lo que derritió la nieve y nos obligó a caminar sobre hielo quebradizo hasta nuestro restaurang favorito, acá a la vuelta, el italiano, donde nos pusieron, para hacernos llorar, a Concha Buika:
Gracias a todos los queridos amigos que nos hicieron soportable el frío, la nieve, la noche, la burocracia sindical, etc.
Civediamo presto!
Me escribe Daniel desde Roma
-
Dieguito, querido, te mando esta rápida postal para agradecerte que me
hayas presionado para ir a ver *Alcina*, de Händel. Confiabas en la
dirección musi...
Hace 1 día.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario