sábado, 13 de julio de 2019

Evocando a la reina plebeya de todos los reinos mestizos

por Daniel Link para Clarín Cultura

Me dicen que María Moreno ganó el Premio Iberoamericano Manuel Rojas en Chile. No me sorprende: ella merece ser coronada reina plebeya de todos los reinos de mestizos. Sobre todo porque ha desdeñado todo anhelo de pureza en relación con la escritura y ha mestizado todos los géneros posibles sin ninguna conmiseración.
Pienso en su último ensayo, Oración, sobre la figura del escritor Rodolfo Walsh, en el que encuentra el cruce de todos los caminos que su escritura ha venido transitando y el libro le permite (o más bien: la obliga a sostener) el tono justo, justo el tono que corresponde a un libro que incluye en su título la especificación “elegías políticas”.
El fin último de la palabra es la celebración, cuya forma poética específica es el himno. El término griego hymnos deriva de la aclamación ritual que se gritaba durante el matrimonio: himen. Pero desde los más antiguos registros, en los así llamados himnos homéricos, se refiere sobre todo al canto en honor a los dioses.
Después, una vez que se constató o se decidióla muerte de los dioses, el himno se confundio y se contaminó con la elegía: en la esfera de la celebración puede darse el lamento pero, sobre todo en este caso, en este libro, en el caso que este libro se pone a mirar y a escuchar, la esfera del planto, un género del duelo, y la endecha admite la celebración de lo que, por milagro, vive apenas pero vive todavía. “Epinicios en prosa” llama Moreno a la Carta a Vicky y la Carta a mis amigos, ambos de Walsh, reconociendo ese borramiento de los límites, ese umbral que nos permite sostener la comunidad de los ausentes.
Las operaciones que María Moreno realiza en Oración son muy desusadas y, al mismo tiempo, muy oportunas. Esas operaciones exceden la crítica filológica, la crónica, la entrevista, la confesión y la intervención cultural. Ésas son, tal vez, sus vías, pero las operaciones son estrictamente conceptuales, con la condición de que se entienda (subrayo) que vivir, formar esferas y pensar son expresiones diferentes para lo mismo.
Nosotros hoy sabemos que necesitábamos un libro como Oración (así como antes habíamos necesitado libros suyos como El petiso orejudo o como Black out, su autorretrato.
Como somos pobres, desconocides y, sobre todo, amigues de la regia figura, nos parece encantador que alguien más la premie.


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